entrevista de Mig21 al colectivo H. K. Siborski
En mayo de 2023 recibimos en el correo electrónico de la editorial un mensaje proveniente de una dirección de Gmail (hksiborski@gmail.com), cuyo remitente se identificaba como el colectivo H. K. Siborski. Nos sorprendió de inmediato la lectura que nos ofrecían de los tres primeros títulos de nuestra colección Hyperpulp, y también de la suerte de “manifiesto” que acompaña cada uno de los libros en sus últimas páginas. El colectivo, señalaba el mensaje, resonaba con nuestros planteos y líneas programáticas de “terrorismo antiliterario”, y por eso había decidido ofrecernos una serie de textos, si es que estábamos interesados. Tras conversarlo brevemente decidimos aceptar, y así comenzó nuestra colaboración con este grupo de escritores que han decidido permanecer anónimos. No conocemos, es decir, las identidades “reales” de quienes integran el colectivo H. K. Siborski, aunque sí se nos ha confiado que se trata de seis autores provenientes de Argentina, México, Chile, Colombia y España. El nombre «Siborski», por su parte, homenajea a un escritor soviético de novelas policiales reportadamente fallecido en 1976. Todos los intentos por nuestra parte de rastrearlo, sin embargo, resultaron infructuosos hasta que le propusimos al colectivo esta entrevista. En cuanto a los integrantes de H. K. Siborski, no nos resultó difícil conjeturar sus nombres, pensando en qué escritores latinoamericanos y españoles –entre los conocidos por nosotros– podían ser asociados a literaturas experimentales y géneros narrativos radicales; sin embargo, preferimos no contrastar estas pesquisas con la realidad ni consultando al colectivo ni husmeando en su estela. Por el contrario, después de leer las obras que nos fueron confiadas –y que permanecían inéditas hasta el momento– decidimos estrechar los lazos entre Mig21 Editora y el colectivo H. K. Siborski, en un programa de publicaciones que comienza con la novela La Gloria de Vladimir, número 6 de nuestra colección Hyperpulp, y con la entrevista que publicamos a continuación.
Mig21Editora: ¿Qué datos pudieron recabar sobre la muerte del «Siborski» original soviético, y por qué no han quedado casi rastros de las novelas de Siborski y de su propia vida?
Colectivo H.K. Siborski: En realidad, «H. K. Siborski» es una ligera modificación (le añadimos las iniciales) del nombre, seguramente falso, con que firmaba un escritor de pulps soviético considerado el padre de la novela negra en la URSS. Por desgracia, durante los años del estalinismo fue perseguido y deportado al gulag, no sabemos si en Siberia (lo cual hubiese significado un caso flagrante de nomen est omen y profecía autocumplida, dado que la etimología del apellido equivale a «siberiano»), donde murió en 1976. Para ese momento todos sus pulps ya habían sido reducidos a pulpa hacía tiempo, con la excepción de pocos ejemplares que pasaron de mano en mano e integraron colecciones privadas, entre ellas las del periodista, bibliómano y escritor de ciencia ficción Yeremey Parnov, con quien unx de nosotrxs mantuvo una relación epistolar a partir de 2005, interrumpida en 2009 por la muerte de Parnov. Todo esto aconteció antes de la fundación del colectivo, conviene aclarar. El nombre de Siborski, personaje cuasilegendario en el ambiente literario under soviético y luego ruso, vinculado a la escritura de samizdat, al cosmismo ruso-soviético y a marxismos alternativos a la línea leninista, era una referencia constante en las cartas. Parnov incluso llegó a enviar fotocopias completas, portadas incluidas, de dos de las novelas de Siborski, en un ruso que lamentablemente ningunx de nosotrxs sabe leer. Pero nos fascinaron las ilustraciones, la diagramación y las tipografías, y nos arreglamos recientemente para traducir algunos pasajes, que incorporamos a nuestras novelas.
M21E: ¿Por qué eligieron el (Hyper) Pulp como vehículo de expresión del colectivo?
CHKS: Entendemos al pulp como exacerbación de lo narrativo en la narrativa, o subrayado de lo narrativo en tanto narrativo dado no como fin en sí mismo sino en un (re)pliegue conceptual teleopléxico. A fines de 2022 uno de nosotrxs viajó a Montevideo y allí descubrió la colección Hyperpulp gracias a un librero que le confesó, tímidamente y con la proverbial humildad uruguaya, que entre otros títulos había publicado un «bolsilibro» (ese fue el término que empleó) titulado Un hoyo en el cielo, que pasó a ofrecer a un precio módico. Ese libro fue escaneado y enviado via e-mail al resto del colectivo, para que en el manifiesto publicado a modo de colofón encontrásemos una pasmosa resonancia con nuestras propias ideas. El pulp histórico debe ser acelerado y radicalizado hacia una trans-vida ulterior siempre futura: la pulpa ya no como sentencia de muerte editorial sino como la nueva carne antiliteraria; esto equivale pero no queda reducido a combinar los géneros y su impronta popular con las técnicas del alto modernismo (en particular Joyce, Dos Passos y Musil, y su reciclaje en la ciencia ficción a cargo de Silverberg, Brunner y Aldiss) y los distintos posmodernismos (en particular los senderos que se bifurcan comportados por Pynchon, Barthelme, Miquel de Palol, Julián Ríos y el Bolaño de 2666), en lo que parodiando a Mark Fisher hemos llamado «transmodernismo pulp».
M21E: ¿Cuándo y cómo surge el colectivo?
CHKS: Con la presente y exacta nómina de integrantes hace apenas dos años, pero en vaivenes de pertenencias, desvinculaciones y retornos, la mayoría de nosotrxs pasó, militó y se desvinculó de HK Siborski varias veces a lo largo de la última década. Lxs fundadorxs, de hecho, fuimos tres de nosotrxs, en la ocasión de un encuentro de escritores en Madrid, en 2010. Ningunx había sido invitadx, no conocíamos a buena parte de los que sí y no nos gustaba para nada ni la obra ni la persona de los que ya habíamos leído, así que aprovechando que lxs tres nos habíamos encontrado en Madrid por razones personales decidimos intervenir una de las mesas redondas del encuentro a la manera de los Real Visceralistas bolañianos. El moderador de esa instancia era Rodrigo Fresán, y nos pareció que él mismo estaba saboteando el encuentro, así que permanecimos calladxs y contentxs. Después salimos a la calle, nos metimos en un bar a tomar las acostumbradas cañas, y decidimos formar lo que en nuestro primer manifiesto, debía convertirse en «una célula de terrorismo antiliterario». Ustedes, en Hyperpulp, hablan de lo mismo.
M21E: Pero nunca publicaron sus textos sino hasta ahora. ¿Por qué se dieron así las circunstancias?
CHKS: Bueno, es que eso no es del todo cierto; como les decíamos, la formación actual no ha sido ni la única ni la más estable en estos trece años. Algunas de las configuraciones anteriores sí publicó textos, pero en fanzines y publicaciones artesanales, ya muy difíciles de encontrar y nunca representadas en la red. Lo que nunca se dejó de hacer fue escribir y revisar; esta encarnación del colectivo H. K. Siborski, de hecho, ha reescrito muchos de los textos producidos por las agrupaciones previas, inclusive en el caso de esos textos publicados, uno en un fanzine mexicano coordinado por Gabriela Damián y Libia Brenda allá por 2016, otro en una editorial cartonera chilena vinculada a Álvaro Bisama. Nos alegró encontrar a Gabriela y a Libia publicadas en la serie Contaminación Futura. En cierto modo, México es el corazón del colectivo, por más que solo una de nosotrxs resida allí actualmente.
M21E: En la línea de esto último que nos cuentan, ¿cuál es su relación con los nuevos circuitos de circulación de la ciencia ficción latinoamericana? Estamos pensando en editoriales y redes de editoriales como las que conectan a proyectos como Arqueologías del Futuro en Argentina, Vestigio en Colombia, Pathosformel en España…
CHKS: Hemos establecido contactos a varios frentes, y esas editoriales que mencionan forman parte de nuestro mapa presente, ya que todas tienen una línea que sentimos compatible con nuestros propósitos, en mayor o menor medida. A lo largo de nuestra no tan breve historia hemos tenido algunos problemas con proyectos editoriales que siguen apostando por la noción hegemónica-moderna de «autor» y no aceptan agenciamientos alternativos como personalidades secretas, pseudoanonimia o colectivos hipersticionales, por no mencionar siquiera algo tan simple como la política de «texto libre» o de circulación alternativa y/o gratuita. En ese sentido la propuesta de Mig21 nos resultó especialmente atractiva, aunque también estamos abiertos a que por medio de su editorial nuestros textos puedan migrar hacia otras editoriales afines a través de acuerdos para compartir el fondo editorial. A estas que mencionan y eventualmente otras.
M21E: ¿Están al tanto de la obra producida por diversos colectivos en operación en el presente o incluso desde comienzos del siglo? ¿Hay ahí afuera otros proyectos que ustedes consideren compatibles con H. K. Siborski?
CHKS: Es inevitable y también trivial a estas alturas nombrar la Unidad de Investigación de Cultura Cibernética o CCRU, pero hemos seguido atentamente desde su incepción a espacios post-CCRU como el blog Vast Abrupt, que también opera desde la noción de anonimia hipersticional y colectivos acéfalos, asi como también leído productivamente y traducido muchos textos publicados en revistas como Plutonics, Alienist y Parasol. Hemos recorrido también la obra del colectivo español Juan de Madre, del grupo poético The Filatory y del dúo Literatura Tropical.
M21E: ¿Pueden contarnos como trabajan en el contexto del colectivo?
CHKS: Naturalmente preferiríamos no hacerlo. Sí podemos decir que no funcionamos bajo la noción de «escritura a varias manos» ni de acuerdo a procedimientos no menos estandarizados como el cadáver exquisito de los surrealistas. Hemos experimentado por ejemplo con pautar una colaboración entre tres autores de tal manera que dos de ellos no están al tanto de la participación del tercero, que se vuelve una irrupción impredecible en el texto. Nos interesan mucho las situaciones de escritura, los tiempos involucrados, la ansiedad creativa, las limitaciones e imitaciones.
M21E: ¿Qué postura adoptan con respecto al uso de Inteligencia Artificial en la escritura?
CHKS: Estamos totalmente abiertos al contagio maquínico implícito en la noción y hemos empleado y sampleado distintas formas procedurales que comportan alguna forma de Inteligencia Artificial, como el arsenal estratégico del grupo Oulipo, el uso del I-Ching, el Tarot y las Estrategias Oblicuas, y la ingeniería de escritura postsubjetiva paranoico-crítica colectiva y conspirativa alimentada por cut-ups –método analógico que nos mueve afectivamente de una manera muy especial, debido quizá a todos nosotros venimos del goce lector experimentado con la obra de William Burroughs– además, por supuesto, del uso de aplicaciones como Chat GPT.
M21E: Cuéntennos algo de La gloria de Vladimir.
CHKS: Ninguno de nuestros libros es representativo sino que todos son sintomáticos. La gloria de Vladimir es un post-libro performático cuya vida inorgánica incluye a Mig21 como difusor editorial, a los circuitos de distribución gratuita y en papel como cuerpo y a la indagación de una manera en que el pulp se vuelve contemporáneo como mente, consciencia de sí o self, aunque bien podría ser al revés. Queremos ser un NPC en el videojuego de mundo abierto de la literatura global, y La gloria de Vladimir es un experimento en que el pulp revisitado por fuera de sus condiciones de producción originales se vuelve consciente de sí mismo sin parodia o ironía.
M21E: ¿Pero por qué la elección del tema ruso implícito en la trama?
CHKS: El error literario por excelencia es subestimar el lugar de la trama, pero si el objeto literario así definido es una fuga de la trama esto no quiere decir que meramente volver al relato por sí mismo (a la “historia bien contada”) sea el camino a tomar. En H. K. Siborski reivindicamos la relación entre tema, trama y lenguaje como eje no de la obra sino del concepto de la obra, que incluye también su circulación y su postura antiliteraria o «política». Neo-China es un futuro concebible; Japón un futuro que no fue; Rusia el asedio persistente de una antimodernidad. No es de extrañarse que nuestras ficciones se muevan en general por este triángulo de territorios.